Este libro lo firma @cocacolaenlucha. Las redes sociales consintieron para este colectivo de trabajadorxs una voz colectiva en twitter. ¿Podían esas personas escribir un libro? Podían ocupar la narrativa, la escritura publicada. Escribir una novela-testimonio. Una autobiografía colectiva, la fuimos llamando.
La apuesta de la "sinautoría" es cambiar el contrato social que la gente establece con la cultura. Hacer de la cultura un arma para realizarnos. Para izarnos a lo real. Para poder ser. Para consentirnos.
Cultura como aliento de revolución. Libros para sostener y alentar la lucha. Libros como armas, para que unos “obrerillos de mierda”, como dice Raúl nos hagan saber que la clase obrera existe, y que no solo lucha, que puede incluso ofrecer el modo en que se ha adueñado del discurso y sus palabras para entregárselo a otras luchas.
Sirva este libro para saber que la literatura del siglo XXI, la ocuparemos también los y las obreras, de forma colectiva generando obra fecunda, germinadora. Obras que como ésta obra compartirá su hacer con otras luchas, para que puedan también decir: “Somos”.